Un paseo por la calle de Victoria del Centro
Histórico de la Ciudad de México puede ser interesante de muchas
formas. Hay innumerables cosas para distraerse: edificios viejos,
panaderías, fondas, tiendas de electrónica, repuestos de licuadoras y
aparatos domésticos, lámparas, puestos de periódicos y de billetes de
lotería. Sobre esa calle existe un lugar mítico, que con los años ha
tenido cambios, pero aún conserva recuerdos emplatados. Vale la pena
volver después de un tiempo, para probar las mejores quesadillas de
sesos del primer cuadro de la ciudad, o la famosa milanesa Wellington
con huevo y anchoas, platillo por el que hoy citamos este lugar con
cubículos de madera donde, apretados, comen día a día cientos de
oficinistas, turistas o cualquier distraído que pase por esa calle.
Hablamos del Salón Victoria.Carne cocinada a baja temperatura con queso Cotija rallado, puré de papa, anchoas, hongos de temporada y huevo cocido.
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