Comenzamos este 2013, con muchas ganas de seguir
cocinando, gente nueva en el proyecto, nuevas ideas y nuevas técnicas que
experimentar, pero sobre todo comenzamos este año con mucho frío, al menos en
la mayor parte de la república. Existen diversos lugares en nuestras costas donde
encontramos un clima perfecto en estas épocas, no mucho calor en el día y las noches muy
frescas. Es en estas fechas cuando encontramos mares repletos de gran variedad de
peces en pleno proceso migratorio, persiguiendo las corrientes cálidas que ofrecen nuestros mares, época perfecta para la pesca.
El regreso a la ciudad no fue tan glorioso, algunos de
nosotros hemos terminado con síntomas de resfriado por los cambios de
temperatura, pero la naturaleza siempre nos proporciona lo que necesitamos, y no por nada todos los mercados y tianguis están, desde
hace algunas semanas, llenos de los cítricos. Maravillosas frutas ya muy comunes
y aceptadas en nuestra gastronomía mexicana, traídas del Oriente desde
épocas de la conquista, muy ricas en vitamina C, perfecta para combatir los
resfriados. ¿Qué sería de nosotros sin nuestra agua de limón con chía, o un
cevichito sin su limón? Los ceviches no existirían y en todo caso serían insípidos.
Por eso, con este plato hacemos un homenaje a las vacaciones que
terminan, a los que nos fuimos a la playa y ya regresamos. El pez y el cítrico,
que buena combinación.
Ceviche de robalo con cítricos: láminas de robalo en jugo de
limón eureka, granita de limón real y una sopita de cítricos, limas, limones y
mandarinas. Sólo escogimos los cítricos más frescos y maduros para que no quedara
demasiado ácido este ceviche, y al final lo acompañamos con un poco de guayaba
rosada, igualmente rica en vitamina C, cebolla y chiles frescos.
Nuestro remedio contra la gripa.
Nuestra experiencia en los tianguis, cada vez es más amplia y gratificante, siempre que vamos al del barrio entendemos que la mejor forma de alimentar a una comunidad es con los productos locales, frescos y de temporada que ofrece el pequeño productor. En nuestro paseo semanal por los tianguis también se nos atravesó la tiendita de la esquina, ahí compramos un par de cervecitas y decidimos poner dentro de los envases tipo caguama una ensalada con los productos frescos del tianguis.
